Es un problema muy frecuente en muchas casas la aparición
de manchas de moho sobre las paredes o techos. El moho aparece en zonas húmedas
y suele deberse a problemas relacionados con filtraciones de agua o humedad de
condensación.
Lo primero que debemos hacer para enfrentarnos al moho es
analizar que está originando la presencia de humedad en nuestras paredes:
filtraciones de agua procedentes de la cubierta o fachadas, roturas en tuberías
de fontanería, humedad de condensación, etc.
Si
la humedad es debida a filtraciones de agua debemos reparar generalmente por el exterior, impermeabilizando la
fachada o la cubierta. En algunos casos como puede ser en muros enterrados de
sótanos es muy costoso económicamente la reparación por el exterior, por lo que
será necesario tomar otras alternativas.
Si
la humedad se debe a roturas en las tuberías de instalaciones procederemos a reparar las tuberías o elementos que
están generando el problema.
Un
problema muy común es la humedad de condensación. El aire contiene vapor
de agua y cuanto mayor es la temperatura del aire mayor cantidad de vapor de
agua puede contener. Al disminuir la temperatura del aire el vapor que contiene
se condensa en forma de gotas de agua. Esto ocurre cuando el aire entra en
contacto con las zonas más frías de las paredes o techos, por eso la humedad de
condensación se localiza generalmente en muros y techos que dan al exterior y
en zonas en las que existen puentes térmicos. Suele ser debido a un escaso
aislamiento térmico de los muros o a una ventilación insuficiente. La solución más eficaz es dotar a estas paredes del aislamiento térmico necesario.
Un ejemplo de condensación lo tenemos cuando posamos un vaso con hielo en una mesa y al levantarlo vemos que ha dejado un cerco de agua. Cuando se nos empañan los cristales del coche en invierno también es debido a la condensación del vapor de agua del aire al entrar en contacto con el vidrio frío, ¿y como lo solucionamos?, abrimos las ventanillas del coche o ponemos el aire para que se ventile.
Podemos eliminar el moho utilizando lejía o, de una manera
más eficaz utilizando productos específicos para su eliminación.
Para limpiar el moho con lejía mezclamos 1 parte de
lejía con 10 partes de agua aproximadamente y frotamos la superficie con un
trapo o una esponja.
Existen productos especiales para la eliminación del moho
que actúan directamente sobre los organismos responsables de su proliferación
sin afectar la superficie a tratar.
Si tenemos que pintar paredes o techos en las que haya
aparecido moho o sea previsible su aparición, lo más indicado es aplicar
pinturas con aditivo antimoho. Estas pinturas vienen ya preparadas con el
aditivo incorporado y lo indica en su envase.
También podemos convertir una pintura sin esta
característica en una pintura antimoho añadiendo un preparado con conservante
antimoho.
Como ya sabéis estos y otros productos los podéis
encontrar en nuestra tienda y tienda online.
Hasta pronto.
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